jueves, 6 de enero de 2011

“La salida de Leonel Cota de la Junta de Gobierno”

 
Publcado en la columna Reflexión Universitaria de lacronica.com el 6 de enero del 2011.
Gonzalo Llamas Bañuelos*
Han trascurrido los días de descanso después de los festejos de navidad y año nuevo y el asunto de la sucesión del nuevo Rector no se ha definido. Esperemos que en los próximos días se reúna la Junta de Gobierno para terminar con esta incertidumbre para que todo vuelva a la normalidad. A pesar de que ya se han iniciado las actividades universitarias, aun no ha cesado la campaña mediática convertida en “guerra sucia” que han estado desarrollando los partidarios del cacicazgo encabezado por el G5, haciendo creer a la opinión pública, pero sobre todo a la comunidad universitaria, de las bondades y argumentos de sus planteamientos. Explican los mensajeros del G5 que sin la oportuna creación del “Observatorio”, todo hubiese pasado desapercibido. Este portal virtual fue el que desató la guerra sucia, a base de descalificaciones, de verdades a medias, del insulto descarado, del ver la paja en el ojo ajeno y no percibir la viga en el propio, de lanzar la piedra y esconder la mano y de seguir una conducta de avestruz, metiendo y sacando la cabeza cuando sea necesario y que la coyuntura les favorezca. También ha sido el teatro virtual en el que se han mostrado debilidades y excesos. Por ejemplo, nunca antes se habían percatado de que la Ley Orgánica de la universidad era obsoleta. Así mismo, muchas conjeturas se han tejido sin tener evidencias acerca del “supuesto poder” de Dr. Alejandro Mungaray y de su relación con el gobernador del estado José Guadalupe Osuna Millán, insinuando que a través del Secretario de Desarrollo, el gobierno estatal tiene metidas las manos en el proceso de sucesión. Nada más falso, sin embargo, si vemos como el Dr. Leonel Cota se sobregira en el ejercicio de sus facultades ya que en el fondo lo que está haciendo es solicitar no salir de la junta de gobierno hasta no nombrar al próximo rector, o en su defecto hace un llamamiento con visos de demagogia democratizante para que la comunidad académica de Ensenada se organice para nombrar su sustituto, a su imagen y semejanza. Es decir, que asuma su misma posición en este proceso de selección rectoral. Además sale sobrando dicha solicitud ya que es evidente que los que desean ser miembros de la Junta de Gobierno deben cabildear con los líderes académicos entre ellos los Consejeros Universitarios para ganarse su apoyo. Lo que se avizora será una decisión a la manera del ex rector Gallego, donde el actual presidente tendrá que ir ante el gobernador o ante el presidente de la republica y preguntarle a quien quiere como rector, si al güerito de apellido español Sevilla o al morenito de apellido yaqui Cuamea. Por supuesto que ningún grupo va a ceder a favor del otro, ni el G5 va a ceder uno de sus votos como sucedió en el pasado con uno de sus miembros en donde se presento una votación igual de 5 votos contra 6 y los que tenían cinco votos cedieron uno para lograr la mayoría calificada (véase el articulo del columnista Antonio Magaña escrito en este diario el viernes pasado) y mucho menos el G6 va a ceder 2 de sus votos para permitir que se siga perpetuando el control de algunos exrectores. Por último habría que agregar que la Universidad es una institución pública y autónoma que no debe ser rehén de intereses particulares, sino por el contrario, debe responder a los intereses de la sociedad de Baja California y de México. Por ello, demandan que en nuestra Alma Mater se imparta una educación de calidad, pertinente y de cobertura e igualdad, para que todo aspirante a ingresar a cualquier programa educativo, lo haga con la certeza de que durante su formación será posible la tranquilidad y la estabilidad en todos sus órganos de gobierno. Estabilidad que en esta ocasión han roto los miembros del llamado G5.

*El autor es académico de la Facultad de Ciencias Administrativas de la UABC.
Correo electrónico: gonzaloaldia@gmail.com

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