sábado, 18 de diciembre de 2010

RENOVACION DEL PASADO

                                                          Rosa Sil

             En términos simples, los Garavito, los Castro Bojórquez, Los Nene Gallego, y pandilla que  acompaña,   no  quieren perder las canonjías que han gozado durante años.   Suficiente con  observar de manera general aquellos que  permitieron que la Universidad se convirtiera en una extensión del PRI.    ¿Hoy quieren una reforma? ¿Hoy, después de años de moldear una universidad a su capricho, se sienten reformistas?
            Si el Consejo Universitario fue una figura falsa hasta la década de 1980, la Junta de Gobierno  tuvo presencia a partir de la llegada de Ernesto Ruffo al poder.  El gobernador ya  no intervino en la designación del Rector, pero  la estructura de la Junta de Gobierno estaba cooptada por  el PRI. ¿Durante cuántos años el  respetable ingeniero Luis López Moctezuma  fue miembro de la JG, y al mismo tiempo funcionario federal  durante las administraciones del PRI?  Hoy, el ingeniero, digno de todo reconocimiento,  trabaja en la administración estatal.  ¿Por qué, durante la rectoría de Luis Javier Garavito,   el argumento de que no podía ser miembro de la  JG  por trabajar en la administración pública no se aplicó? Los que vivimos aquellos años de la rectoría del ingeniero, no dudamos nunca de su juicio y de su talento como organizador y líder de esta Universidad.  Fue y ha sido un ejemplo de la combinación entre funcionario público y ex rector que preocupado por la educación superior, perteneció dignamente a la JG.
            Es de suponerse que por ello Luis Javier Garavito  lo sostuvo en la JG. Sin duda, como Rector,  y de ser coherente con lo que hoy prostula, en aquel entonces hubiera propuesto al Congreso del Estado, como lo hizo ahora, - según declaración de una diputada – que el mencionado ingeniero saliera de la  JG, para garantizar  que sus decisiones no atentaran en contra de la autonomía. Sin embargo, esto no fue así. Garavito, no hizo nada para expulsar de la JG a un funcionario federal de aquel entonces.
Por ello, una pregunta necesaria  a Luis Javier Garavito es ¿En qué momento   habrá un poco de congruencia?  ¿O no la hay porque ahora ya no puede movilizar la JG a su favor?
No se equivoquen los que hablan de una reforma, sin revisión de los personajes que la proponen desde las entrañas de la JG.   Sin duda, Garavito fue  también  un rector que realizó obras muy importantes para  la Universidad.  Sin duda es un ex rector que ha sabido llevar con  dignidad el papel que alguna vez tuvo. El problema es que lo quiere seguir teniendo. El poder  le gustó demasiado y apenas puede vivir sin recordar aquellos momentos en los que hubo días significativos para la vida universitaria y en su trayectoria personal.  ¿Por qué, como Rector, Garavito no hizo la reforma que hoy  propone?  ¿Por qué desde el interior de la JG no puede cargar  los dados, como lo hizo, cuando nombró al contador Víctor Beltrán?
El tema es importante. Y en ese sentido, el problema es que sería un fardo muy pesado para el Dr. Juan José Sevilla,  un universitario de trayectoria muy respetable e  ideas muy sensatas.  El Dr. Sevilla es el menos culpable de todo. Pero  la relación es tan clara y tan fuerte.  ¿Por qué en cuatro ocasiones consecutivas Sevilla ha sido finalista?  No es de dudar la validez de su proyecto.  Hombre inteligente, pertinente y sensato lo es. Pero ¿cómo le hace para, en cuatro ocasiones consecutivas, estar en la recta final? La respuesta es clara y definitiva. En la JG está Luis Javier Garavito, quien desea seguir siendo un factor en la  Universidad.
No. No se equivoquen. Las renovaciones, no llegan de la añoranza del pasado.

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