viernes, 31 de diciembre de 2010

¿MISOGINIA?

  Isabel Hernández
Facultad de Ingeniería Arquitectura y Diseño.

El día 24 de Diciembre  apareció en la columna editorial El Vigía del periódico Frontera de Tijuana, un comentario relacionado con la Dra. Patricia Moctezuma Hernández, directora provisional de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la UABC en el campus Tijuana.  El tono del escrito es manifiestamente machista, misógino y retrógrado,  por decir lo menos. Sugerir que la Dra. Moctezuma fue nombrada directora por su relación con el Dr. Alejandro Mungaray es ofensivo para ella y para todas las mujeres. El columnista  supone  erróneamente que las mujeres solamente existimos y somos alguien en función de quién es y qué hace nuestro marido. Niega cualquier mérito personal, académico y profesional de las mujeres, como si destacar, superarse personal y profesionalmente fuese algo inconcebible para una mujer. El autor de la columna descalifica de un tajo, cualquier capacidad o mérito de la Dra. Moctezuma para ocupar la dirección de dicha Facultad. Por el comentario, se advierte que no se tomó la molestia de revisar su trayectoria o currículum, cuáles son sus estudios, sus publicaciones, su trabajo docente. Nada. Eso no cuenta a la hora de denostar y desprestigiar a una mujer por golpear a su cónyuge, ignorando deliberadamente sus atributos como académica. 
Se pasa por alto además, que según las normas universitarias, quienes suplen las ausencias temporales de los directores son los subdirectores (as). Tampoco se menciona que  en Mexicali y Ensenada se nombraron como vicerrectores a directores, y en ambos casos se nombró como director provisional a quien se desempeñaba como subdirector, en las Facultades de Ingeniería de Mexicali y Ensenada respectivamente. Sólo que en estos casos los designados son hombres, pero subdirectores también. ¿Por qué el columnista de marras no observa esto y sí menciona únicamente el caso de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales, esgrimiendo el argumento de la relación conyugal? ¿O en el caso de Tijuana debía nombrarse a otra persona como director provisional nada más porque la subdirectora es mujer y además esposa de fulano o mengano y aquí sí valdría entonces infringir la normatividad como una excepción? Si la persona es o no capaz,  se demuestra en los hechos y en función de sus antecedentes y de su trabajo, no el de otros. El comentario de la columna ofende de paso a todas las universitarias que destacan por su capacidad intelectual en el ámbito profesional y académico, ofende a todas las alumnas de la UABC -que dicho sea de paso son mayoría- que reciben reconocimientos cada año por sobresalir en sus estudios, o a quienes son o han sido directoras, vicerrectoras y funcionarias de la UABC o cualquier otra institución, a la Presidenta del Congreso de Baja California, o a la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de B.C., o a las legisladoras, regidoras, funcionarias municipales y a toda mujer que destaca en cualquier campo con base en su esfuerzo y preparación, con independencia de la persona con la que comparte una relación.

No se quedará UABC sin rector

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martes, 28 de diciembre de 2010

¡LOS BERRINCHES DE DON SUSANITO!!

Guillermo Rodríguez M.
grodriguez1910@gmail.com


La prudencia es un valor que se les reconoce a las personas. Se puede considerar que es una virtud de la razón, no especulativa, sino práctica: que demuestra coherencia entre el pensamiento y su acción. Los pasos de la prudencia son deliberación, juicio y decisión. Un juicio, pero ordenado a una acción concreta. La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.

A pesar de que la Ley Orgánica de La UABC establece entre los requisitos para ser miembro de la Junta de Gobierno, el de ser una persona estimada por su prudencia, nuestro representante por Ensenada, miembro de la H. Junta de Gobierno de la UABC, Don Susano Cota, es famoso en la comunidad y en la UNAM por sus continuos e imprudentes desplantes de ira. Una muestra pública de ello la dio el día de hoy cuando perdió la compostura en el programa radiofónico Charlas de Café de la estación de radio local de Ensenada 1010 AM, que conduce el conocido periodista Sergio Razo Castro. Aparentemente las puntuales preguntas del periodista no eran las que él quería escuchar, y menos cuando le cuestionaron el hecho de que su versión no coindice con la de un blog alternativo denominado UABC sin censura. Don Susano reaccionó iracundo con un berrinche de chicuelo malcriado.

Don Susano ya previamente había cándidamente relatado en su escrito publicado por el Observatorio Académico, que en una de las reuniones oficiales de la Junta de Gobierno, cuando se sintió “avasallado”, abandonó la sesión con la firme intención de renunciar a la Junta en ese mismo instante. Sin embargo, en el viaje de Tecate a Ensenada, una vez en lo que él describe a manera de queja como “el incómodo asiento de un autobús Subur-Baja”, supuso que al renunciar podría ser sustituido más rápido que la velocidad de la luz, y así sería nombrado el rector en cualquier momento (lo cual por supuesto había que impedirlo a toda costa) por lo que ya superado el berrinche, se convenció a sí mismo de continuar entorpeciendo y retardando la decisión final.

Su incontrolable temperamento frecuentemente le nubla la razón y lo transforma, le hace perder objetividad. Asiste a la reunión de los madrugadores, invitado por Eduardo Backhoff, quien cuando fue presidente del grupo, lo tuvo como secretario, y en vez de informar objetivamente; desinforma, transfigura y desfigura la realidad, parcializando la información, sin que se advierta objetividad alguna como correspondería a su condición de científico; ¿Dónde está la prudencia del hombre sabio de Tijuana avecinado en Ensenada?

Don Susano recurre con gran facilidad y sin ningún pudor a la mentira y la calumnia, seguramente con el ánimo y la errónea creencia de que con repetirlo constante y mediáticamente sus mentiras se convertirán en verdades.


Don Susano miente cuando afirma tan ligera como irresponsablemente que el Estado ha dejado al descubierto un “Golpe de Estado”, atropellando cuanto reglamento se encuentra vigente, utilizando para ello al supuesto “secretario particular” del secretario de Desarrollo Económico del Estado.


Miente y además exhibe su completa ignorancia sobre la normatividad universitaria cuando afirma que Felipe Cuamea es “rector interino”.


Miente Don Susano cuando dice que los catedráticos de la Universidad que salen a estudiar un doctorado al extranjero no pueden regresar porque la Universidad no puede pagarles un salario.

Miente Don Susano cuando asegura que en la UABC desde hace varios años se vive una “congelación de plazas" cuando la verdad es que del año 2007 a la fecha la Universidad creció en casi 250 plazas académicas.

Todo en Don Susano son falsedades, mentiras y tergiversaciones. Asegura que determinado candidato trabaja actualmente en encontrar una respuesta para que el presupuesto en las universidades públicas “crezca sin afectar su calidad” (¿?) y que por lo tanto al gobierno del Estado no le conviene porque el tema de los recursos no es popular, pues el Estado tendría que contribuir con más recursos, tal como “lo están solicitando todas las universidades del país” Sin embargo no se pregunta por qué muchas universidades del país no tienen recursos para pagar sus aguinaldos, quincenas de fin de año, bonos y demás.

Bastaría con que don Susano hiciera una lectura rápida de la prensa nacional para que conociera la realidad del país. ¿Por qué no se pregunta cómo hizo la UABC para  llevar a cabo las reformas estructurales a los fondos de pensiones (donde además contribuye el Gobierno del Estado) y no lo han podido hacer igual el resto de las Instituciones de Educación Superior con excepción de la UABC y otro par?.


También miente Don Susano cuando se martiriza por anticipado asegurando que “buscarán sacarlo de la jugada” cuando él bien sabe que después de 11 años de ser miembro de la  Junta de Gobierno, siendo el más viejo y el más antiguo, por así establecerlo la Ley Orgánica de la Universidad, tiene que dejar el puesto (aunque quisiera perpetuarse en él) y permitir la llegada de gente joven, reflexiva y objetiva; sin compromisos y sobre todo, honorable y prudente, cualidades o virtudes que al parecer, según las evidencias, se pierden después de diez años.

Coordinarán trabajos estudiantes y Cuamea




Baja California


ACORDARON tratar de mejorar la imagen institucional de la máxima casa de estudios.
El Sol de Tijuana
23 de diciembre de 2010

por Laura Sánchez Ley

Tijuana.- Jóvenes de la confederación de estudiantes de Baja California se reunieron el día de ayer en la ciudad de Mexicali con el rector en función Felipe Cuamea Velásquez, en donde acordaron trabajar en la construcción de una mejor universidad.

Mediante un comunicado de prensa emitido por la coordinadora estatal de dicho organismo, Bárbara Contreras reveló que encontraron en "muy buena disposición al diálogo" a Cuamea, mismo que les planteó un proyecto de universidad muy similar a sus puntos de vista.

En la reunión acordaron tratar de mejorar la imagen institucional de la máxima casa de estudios, incrementar las actividades culturales, deportivas y sociales así como reforzar un canal de comunicación abierto entre las autoridades y representaciones estudiantiles.

Agregó que otro de los puntos a tratar fue referente a la posibilidad de mejorar el reglamento universitario, a fin de que no vuelvan a darse situaciones como la que actualmente atraviesa la UABC.

Finalmente, Felipe Cuamea Velásquez y la confederación de estudiantes acordaron realizar una serie de visitas a todos los planteles estudiantiles universitarios en el estado, para tratar de resolver los problemas existentes en la infraestructura escolar y cualquier otro que se esté presentando.

LOS TRES BRIBONES

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domingo, 26 de diciembre de 2010

Sobre la legalidad y legitimidad del encargado del despacho de la UABC

Por Alejandro Arruza
alejandroarruza@hotmail.com.

Tres artículos del Estatuto General de la Universidad, y sus correlativos, son fundamentales para entender  que el Dr. Felipe Cuamea como secretario general a cargo de la rectoría, tiene plenas facultades  legales y está legitimado para hacer, actuar, decidir y resolver como lo haría un rector:

ARTÍCULO 35. En caso de renuncia, fallecimiento, remoción o ausencia definitiva del rector por cualquier causa, el secretario general de la Universidad se encargará del despacho en forma provisional, hasta que la Junta de Gobierno designe al nuevo rector definitivo para un período de cuatro años. La Junta de Gobierno deberá hacer la designación del nuevo rector en un plazo no mayor de treinta días.

ARTÍCULO 68. El rector será la autoridad ejecutiva máxima de la Universidad, su representante legal y el presidente del Consejo Universitario.
El rector designado durará en su cargo cuatro años y en ningún momento podrá ser reelecto.

ARTÍCULO 77. Son funciones del secretario general:
IV. Suplir las ausencias temporales del rector no mayores de treinta días, de acuerdo con lo establecido en el artículo 70 del presente estatuto; y hacerse cargo en forma provisional de la Rectoría en los casos previstos en los artículos 35 y 36 de este propio estatuto;
XII. En general, realizar todas aquellas actividades que se deriven de la naturaleza de su cargo, le confiera la legislación universitaria o le sean delegadas expresamente por el rector.

El Artículo 68 del Estatuto General establece claramente y sin lugar a dudas, que el rector en funciones está impedido por la Ley  para durar en su cargo más allá del periodo de cuatro años, por lo que invariablemente está obligado a dejar el puesto al cumplirse el mencionado término.
En una situación normal, al llegarse la fecha para que el rector en funciones deje el cargo, la Junta de Gobierno ya habrá  nombrado al nuevo rector que deberá reemplazarlo. ¿Pero qué pasará si al cumplirse el plazo, la Junta de Gobierno no ha nombrado nuevo rector? Primero que nada, habrá una ausencia definitiva de rector.
El Estatuto General de la Universidad en su artículo 35 prevé ese supuesto y establece que sin importar la causa que origine la ausencia definitiva del rector, será el secretario general quien se encargará del despacho en forma provisional hasta que la Junta de Gobierno designe al nuevo rector definitivo para un período de cuatro años, señalando así mismo la obligación de la Junta de Gobierno de hacerlo en un plazo no mayor de treinta días.
Cuatro supuestos son los que establece este artículo en los que el secretario general deberá entrar en funciones de encargado del despacho en forma provisional: a) renuncia; b) fallecimiento; c) remoción o d) ausencia definitiva del rector por cualquier causa.
Puesto que no hay renuncia, ni fallecimiento, ni remoción, sino una ausencia definitiva de rector en virtud de que el que está en funciones deja el cargo por mandato de Ley y la Junta de Gobierno no ha nombrado sucesor -como es su facultad exclusiva y su obligación legal hacerlo- se actualiza el último de los supuestos jurídicos: La ausencia definitiva o lo que es lo mismo, la falta definitiva de rector.
De allí que, correlacionando el artículo 35 del Estatuto General con el 77 del mismo ordenamiento, en sus fracciones IV -que establece entre las funciones del secretario general la de hacerse cargo en forma provisional de la Rectoría en los casos previstos en los artículos 35-  y XII, que le da al secretario general la facultad realizar todas aquellas actividades que le confiera la legislación universitaria; Felipe Cuamea, siendo encargado del despacho, está plenamente facultado para actuar como rector con todas las funciones y obligaciones inherentes al cargo.

Por otro lado, el artículo 36 del Estatuto  se refiere al caso de que haya rector electo y éste no se presente a tomar posesión del cargo. Obviamente, por la irresponsabilidad de la Junta de Gobierno, actualmente no hay rector electo por lo que este artículo no aplica para la situación presente.

ARTÍCULO 36. En caso de que el rector electo no comparezca a tomar posesión de su cargo por cualquier causa, el que esté en funciones deberá entregar el puesto al término de su mandato al secretario general de la Universidad, quien ejercerá el cargo en forma provisional, hasta que la Junta de Gobierno designe al nuevo rector definitivo para un período de cuatro años. La Junta de Gobierno deberá hacer la designación del nuevo rector en un plazo no mayor de treinta días.

El Estatuto General de la Universidad distingue dos tipos de ausencias o falta del rector; las definitivas y las temporales. Para las primeras -las ausencias definitivas- ya se ha establecido que aplica invariablemente el artículo 35 anteriormente descrito.
Para las segundas -las ausencias temporales- en donde pueden caber desde vacaciones, enfermedad, licencia, viajes de trabajo en comisión, etc. el Estatuto General las comprende separándolas en dos supuestos: las que son de hasta un mes y las que son de más de un mes pero menos de cuatro. Las primeras las contempla en su artículo 70 y faculta al secretario general a suplirlas, otorgándole esa función  específica  en su artículo 77. Las ausencias por más de un mes pero menos de cuatro, las regula en su artículo 71 y ordena el nombramiento de un rector interino por parte de la Junta de Gobierno. Ambos supuestos de ausencias temporales se refieren al caso cuando existe un rector designado

ARTÍCULO 70. En caso de ausencia temporal del rector por un período que no exceda de un mes, se encargará del despacho en forma provisional el secretario general de la Universidad.

ARTÍCULO 71. En caso de que la ausencia fuere mayor de un mes, pero transitoria, el rector deberá solicitar una licencia a la Junta de Gobierno para separarse en forma temporal de su cargo hasta por un período que no exceda de cuatro meses. Si la Junta de Gobierno concede la licencia deberá designar un rector interino para que desempeñe el cargo durante el lapso que permanezca ausente el titular, y si llegado el término de la licencia éste no se presenta, se procederá conforme al artículo 35 de este estatuto.

ARTÍCULO 77. Son funciones del secretario general:
IV. Suplir las ausencias temporales del rector no mayores de treinta días, de acuerdo con lo establecido en el artículo 70 del presente estatuto; y hacerse cargo en forma provisional de la Rectoría en los casos previstos en los artículos 35 y 36 de este propio estatuto;

Solo cuando el secretario general se encuentra en este supuesto –el de suplir una ausencia temporal- el Estatuto le restringe las  facultades inherentes al cargo de rector, específicamente las  contenidas en las fracciones XII, XV, XVI del artículo 72 del mismo Estatuto, siendo la segunda de ellas la de  nombrar y remover al secretario general, vicerrectores, coordinadores, abogado general, jefes de departamento y demás funcionarios de dependencias administrativas.

ARTÍCULO 78. En los casos en que el secretario general de la Universidad supla las ausencias temporales del rector, quedará encargado del despacho con las facultades y obligaciones inherentes a este cargo, a excepción de las contenidas en las fracciones XII, XV, XVI del artículo 72 de este estatuto.

El artículo 78 lo establece así porque prevé el caso en que el rector  ausente volverá a estar en el cargo del que temporalmente se ha separado y por lo tanto el secretario de gobierno está impedido de nombrar funcionarios o remover a los ya designados por aquel.

Felipe Cuamea no está supliendo una ausencia temporal de un rector en funciones que eventualmente regresaría; por lo tanto no tiene las limitaciones del artículo 78. Está encargado de la rectoría en forma provisional, con todas las facultades y obligaciones del cargo; en virtud de una falta o ausencia definitiva de rector en los términos del artículo 35 y  deberá continuar así hasta que la Junta de Gobierno designe uno.
Puesto que no hay manera de saber cuándo la Junta de Gobierno va a nombrar rector (ya han demostrado sus miembros que los plazos establecidos por la ley no les inquietan), el encargado del despacho no puede irresponsablemente permitir que el complejo funcionamiento de una Institución, conformada por 50,000 personas a las que hay que atender, y dar servicio; se altere, retrase, entorpezca u obstruya cuando las dependencias administrativas, como las vicerrectorías, quedan acéfalas por la renuncia de sus titulares. Si más funcionarios renuncian, igualmente el encargado del despacho tendrá que hacer nombramientos sin que haya Ley alguna que se lo impida y estará completamente legitimado para hacerlo, aunque a algunos les produzca escozor, porque no está supliendo a ningún rector y su labor no es la de tapa hoyos o apaga fuegos ocasionados por la Junta de Gobierno, sino la de realizar todas las funciones y hacer el trabajo que haría un rector, en tanto se nombra uno.
Igualmente, así como el Estatuto no limita en sus facultades al secretario general  para hacerse cargo del despacho, tampoco le impide que lo haga por más de un mes, cuando hay una ausencia definitiva de rector. Lo que el estatuto establece es la obligación insoslayable de la Junta de Gobierno de nombrar rector en un plazo no mayor de treinta días.
Los bajacalifornianos podemos entonces estar tranquilos, porque aunque la Junta de Gobierno se tarde en nombrar rector, la Universidad seguirá funcionando sin contratiempos. Estando  el Dr. Felipe Cuamea encargado de la rectoría, la Universidad está técnicamente en buenas manos, y  gracias a su previsible excelente desempeño, salvo quizás quinientos universitarios,  los 45,500 restantes probablemente nunca notarán que la Junta de Gobierno, por politiquerías, no ha querido nombrar rector.
La falta de rector no es responsabilidad del secretario general encargado del despacho,  es culpa de la Junta de Gobierno.

sábado, 25 de diciembre de 2010

MALOGRADO








Reflexión Universitaria
Malogrado
Gonzalo Llamas Bañuelos*

Difiero de la opinión, con todo respeto, del maestro Antonio Magaña, periodista y comunicador de casa, cuando habla del presidente de la Junta de Gobierno de la UABC, Luis Lloréns, y lo denomina “chilango logrero”, yo más bien diría “malogrado”. Eso sí, debemos de reconocer su habilidad de haber penetrado en la cúpula de una de las familias insignes de la localidad y a través de ella acceder a posiciones de mayor relevancia en las cuales no se ha sabido sostener, nunca ha concluido una responsabilidad con éxito. En su tiempo fue sacado a empujones por jóvenes estudiantes de la Dirección de la entonces escuela de Ciencias Políticas de la UABC, por lo que no concluyó su periodo. Fue rector de nuestra máxima casa de estudios y abandonó el cargo al tercer año por la ambición de ser subsecretario de educación pública, siendo secretario del ramo el tristemente célebre Fausto Alzati Araiza (Falzati para sus amigos), quien también fue brevemente secretario de Educación Pública al haberse descubierto que ostentaba falsamente el título de Doctor en Economía por la Universidad de Harvard sin haber obtenido el grado. Todo esto sucedió durante la administración del cachanilla “adoptivo” Ernesto Zedillo. Al paso que va el Dr. Lloréns y en la forma tan inexperta con que se está conduciendo, difícilmente culminará con éxito esta nueva tarea que le han encomendado su familia política y los cuatro honorables y prominentes que lo impulsan con gran vehemencia y fervor para sentar en la silla rectoral al Dr. Sevilla tan deseoso de poner al servicio de la UABC toda su experiencia, capacidad y sacrificio manifestada en su productividad académica y científica, así como sus copiosas contribuciones emanadas de su papel burocrático por alrededor de 20 años, y esto se debe a que el Dr. Lloréns se ha dedicado a exacerbar, a dividir y a polarizar a algunos miembros de la sociedad bajacaliforniana y de la comunidad universitaria con tal relatividad de logro (¡sic!), es decir, de éxito creando una corriente a su favor que antes lo despreciaba a él, junto con dos ex rectores. El comportamiento de esa naturaleza que trae el presidente de la Junta o habrá de decirse del G5, aun cuando es comprensible por los compromisos a los que está sujeto, deja mucho que desear y daña seriamente a la UABC en su armonía interna y su solidaridad fraternal que siempre debe existir a pesar de estos procesos que encienden pasiones. En este actuar no se encuentra solo, sino que camina acompañado y de la mano de los cuatro prominentes miembros de la Junta de Gobierno los cuales en su conjunto forman el grupo minoritario ya conocido como el G5, que se ha erigido voluntaria o involuntariamente en albaceas o notarios testamentarios de uno de los bienes patrimoniales más apreciados por la Familia poderosa… la UABC. De los cuatro se tendrá que analizar su papel como miembros de esa junta, pero sobre todo de un miembro en especial, que en sus sueños febriles no ha logrado obtener lo que algunos miembros de su familia han alcanzado: Valor, estimación y dignidad. Seguramente dentro de poco tiempo grupos de la comunidad universitaria habrán de solicitarle enérgicamente cuentas claras y verídicas (comprobables) a la Junta de Gobierno, en especial a su presidente y secretario, así como a los otros dos ex rectores que forman parte de ese órgano de gobierno. Si el presidente de la Junta de Gobierno siendo el principal responsable de que este proceso hubiese concluido con una universidad fuerte y unida, pero si resulta responsable de lo contrario, entonces sí se debe solicitar su salida de la Junta de Gobierno y esta postulación deberá hacerse por parte de la comunidad universitaria y de la forma correcta mediante la petición formal y por escrito ante el Consejo Universitario quien fue el que lo eligió, y que no le pidan al Gobernador como ha sucedido que intervenga en un asunto que compete exclusivamente a los universitarios. Por último, deseo por este conducto, desearles a todos los asiduos lectores de LA CRÓNICA, una ¡Feliz Navidad y un prospero año nuevo!, pero sobre todo mucha salud. ¡Nos vemos si Dios quiere el próximo año!

*El autor es académico de la Facultad de Ciencias Administrativas de la UABC.

viernes, 24 de diciembre de 2010

LO QUE LA HISTORIA DICE

Gerardo Farfán
gerfarfan@hotmail.com

Cuando la memoria biológica, ya sea por efecto de la edad o por conveniencia, deja de funcionar, es una suerte que haya personas que se preocuparon por registrar, de forma permanente,  cómo se dieron los hechos pasados, de manera que  cuando los procesos presentes aparentemente se traban, se pueda recurrir  a formas que en el pasado funcionaron, especialmente si funcionaron para aquellos que hoy  dicen desconocer cómo se resuelven situaciones “inéditas”.
Hace cinco años, Rubén Castro Bojórquez, ex -rector de  la UABC escribió en su interesante  y revelador libro “Las Sucesiones Rectorales En La UABC, 1957-2006” (UABC, 2005) una precisa descripción de cómo fueron los nombramientos de los rectores,  Luis Lloréns y Luis J. Garavito por parte de la Junta de Gobierno. El Arquitecto Castro Bojórquez nos brindó así una excelente oportunidad de saber que efectivamente es  posible y totalmente factible que una Honorable Junta de Gobierno actúe con responsabilidad e institucionalidad.
Luis Lloréns Báez, en aquel entonces Maestro en Ciencias, se registró como candidato a rector en medio de un ambiente de turbulencia en el que se involucró el escenario político que en ese año se vivía en el estado. Se especulaba la posible intervención del gobernador Ernesto Ruffo, primer gobernador no priísta, en la designación de un rector con simpatías hacia el PAN. De igual manera se comentaba de la posible intervención del Dr. Ernesto Zedillo, por encargo del presidente Salinas de Gortari. Adicionalmente se decía que el rector Buenrostro buscaría heredar el cargo a alguien de su equipo.
En los diarios de aquella época se hacían comentarios como: “Ya comienzan los movimientos de los diversos grupos interesados. El rector busca heredar el cargo a alguien de su equipo”. “Muchos priístas consideran a la UABC como uno de los últimos dominios del priísmo y no están dispuestos a perderlo”. “El Dr. Ernesto Zedillo se reunió con distinguidos universitarios quienes le entregaron un documento donde se plantea la situación actual de la Universidad”.
En una encuesta entre 325 estudiantes y maestros, se mencionaron nueve posibles candidatos a rector y ninguno de ellos era Luis Lloréns Báez.
En medio de un proceso lleno de sorpresas e inconformidades hacia la Junta de Gobierno, ni los  inconvenientes políticos,  las presiones externas y el riguroso actuar de la Junta de Gobierno, pudieron impedir que se nombrara a Luis Lloréns para el puesto de rector. Aunque se tuvo que recurrir a dos sucesivas votaciones donde el resultado era invariablemente el mismo: seis votos para Luis Lloréns y cinco votos para Luis J. Garavito. En una última votación, la junta llegó al acuerdo de nombrar por unanimidad al candidato que tenía la mayoría de los votos: el M.C. Luis Lloréns Báez.
El caso del nombramiento de Garavito es igualmente interesante.
Cuando Luis Lloréns tiró la toalla, para irse a residir al Distrito Federal nueve meses antes de terminar su encargo,  haciendo a un lado lo dicho en su discurso de toma de protesta, donde entre otras cosas manifestó que: “El esfuerzo a realizar en el futuro inmediato estará centrado  sobre todo, en fomentar el compromiso y el amor por la universidad y por la tierra a la que la institución se debe”, se actualizó el supuesto establecido en el Estatuto General de la Universidad, que señala entre otras cosas, en su artículo 35,  la obligación de la Junta de Gobierno para que en caso de renuncia del rector, haga la designación del nuevo rector en un plazo no mayor de treinta días.
La junta de Gobierno actúo sabiamente, según las propias palabras del Arq. Castro Bojórquez, cuando en un hecho sin precedente, el día 6 de diciembre de 1994 a las 11:00 horas recibió la renuncia del rector Lloréns; a las 12:00 designó a Garavito como nuevo rector y a las 17:00 horas de ese mismo día le tomó la protesta. El proceso de designación de rector que normalmente requiere de dos meses como mínimo, se desarrolló en el término récord de cinco horas.
Según el Arq. Castro Bojórquez estos hechos y sus acciones fueron de las decisiones sabias de la Junta de Gobierno, que han permitido que la UABC haya conservado por muchos años su estabilidad y clima de tranquilidad, que tanto requiere para su desarrollo armónico una institución de educación superior. Lo anterior permite suponer que Luis Lloréns imprudentemente puso en riesgo la estabilidad  y clima de tranquilidad de la Universidad, cosa que afortunadamente la Honorable  Junta de Gobierno supo resolver en su momento.
La reseña que el Arq. Castro Bojórquez nos narra, permite conocer que no es verdad que la situación que se presenta hoy en la Universidad es inédita, como se han cansado de repetir los esbirros de Luis Lloréns y Garavito. La situación del empate técnico 6-5 ya se ha presentado anteriormente y la Junta de Gobierno lo ha sabido resolver sabiamente.
La experiencia  histórica y la simple lógica señalan que ante un empate técnico, anteponiendo el interés de la Institución y dejando a un lado los intereses personales, debe prevalecer la decisión de la mayoría simple. De otra forma será imposible destrabar el problema; a menos que todo esto se trate de nuevamente poner en riesgo la estabilidad y el clima de tranquilidad de la Universidad.
No debiera ser difícil para Lloréns y Garavito -si en verdad no saben como destrabar el proceso- ser consecuentes y aplicar las mismas reglas que se aplicaron cuando ellos fueron designados rectores.

El problema es que para el denominado G5 minoritario de Lloréns y Garavito, no cuenta más que lo que su puñado de paleros escribe en el OAU auspiciado por ellos mismos, en beneficio de sus intereses propios y los de su partido. No cuentan ni proyectos, ni resultados; no cuenta la opinión de todos los directores de las unidades académicas, a quienes ofenden al afirmar que son manipulados y manipulables; tampoco cuenta la opinión de la mayoría dentro de la Junta. Ni siquiera cuenta la experiencia histórica.

jueves, 23 de diciembre de 2010

CENSURA EN EL OBSERVATORIO ACADÉMICO UNIVERSITARIO





DE LAS COSAS QUE NO PUBLICA EL "OBSERVATORIO ACADÉMICO UNIVERSITARIO":


UABC: La Junta de Gobierno contra sí misma
Por Redacción / EL MEXICANO     domingo, 12 de diciembre de 2010

La transición de los rectores de la UABC es una historia sabida. La articulación del consenso tiene que ver con la correlación de fuerzas, el proyecto de universidad y la coalición de voluntades. Lo indiscutible es que nuestra universidad tiene una presencia enorme, una tradición de poco más de medio siglo, venturosa para nuestra cultura y sociedad. La UABC es una compleja maquinaria académica y todo un reino aparte (la autonomía le asegura independencia aunque no extraterritorialidad, para recordar una vieja frase macartista). Muy mal mensaje envía la Junta de Gobierno de la UABC al ser incapaz de seleccionar al nuevo rector (2010-2014). Media docena de reuniones y todas coronadas por el fracaso. Entre los candidatos, por currículum y experiencia, hay de dónde escoger. ¿Qué pasa? El presidente de la Junta de gobierno Luis Llórens Báez asume desde hace tiempo un papel inesperado de juez y parte. No se le ve ninguna gana de resolver la sucesión sino de polarizar las posturas internas. Si la junta de gobierno no elige rector en su siguiente reunión estaría yendo hacia su hara kiri, una especie de suicidio ritual a la vista de todos.
La función principal -si no única- de la Junta de Gobierno es asegurar la transición consensada y no escenificar un torneo egoísta de intereses encontrados. Se argumenta la condición anacrónica y elitista de la Junta. Hay elementos que así lo acreditan, pero es tema de una reflexión más reposada. Es recomendable el cambio, pero no a la mitad del río (“transrectoral”, si existe el término). Las habilidades de sinergia, consenso y negociación (básicas en los cursos elementales de administración), al parecer no existen. La Junta fue diseñada para funcionar, si no lo hace, la propia legislación universitaria tendría que dar alternativas. Un ejemplo: el presidente de la Junta debería asegurar el clima, las condiciones para debatir el perfil del rector. Lo que hace Llórens es lanzar gasolina a la fogata. Declara paladinamente que tiene candidato a la rectoría y lo placea, naturalmente: el químico Juan José Sevilla. Esto lo anula en su condición de presidente de un consejo interpares con una delicada responsabilidad en proceso. Los atributos de negociador, de equilibrio, de posible fiel de la balanza desaparecen de un plumazo y lo convierten en un activista de sus intereses, un elemento de facción y no de concertación. Si como se anticipa, la Junta va con su presidente dinamitero al choque de trenes, habría que buscar las salidas que ofrece la legislación universitaria. No sé por qué, pero sospecho que el reglamento interno de la Junta de Gobierno no existe y esto explica la postura de su coordinador.
Hay varias alternativas: la elección de un nuevo presidente de la Junta de Gobierno, la disolución de la Junta y la elección de otra más competente y menos conflictuada. Otra salida quizá radical: la elección del rector vía Consejo Universitario (de 11 electores seniors, se pasaría a cientos de ellos, movidos acaso por la lógica caníbal del asambleísmo). No suenan muy prácticas ninguna de estas alternativas, es cierto, pero lo inédito de la situación obliga a revisarlas. La intervención del congreso estatal es impensable, en congruencia con la tradición de autonomía universitaria. Ahora, como en otras ocasiones, es necesario oír las voces de los intelectuales universitarios, sobre el destino inmediato de la casa de estudios. Esperemos que no suceda ni el choque de trenes ni el hara kiri televisado de la Junta de Gobierno, como los nubarrones a la vista lo indican. Prefiero equivocarme: que prevalezca la razón y la defensa de la universidad y no su vituperio.





El vínculo de los ex rectores con el PRI y Hank Rhon

Celebra 20 años de existencia el Sindicato Nacional Sintoled 
De las empresas de Grupo Caliente

MARIO Madrigal, dirigente nacional de Sintoled, Jorge Hank Rhon, presidente de Grupo Caliente, y Raúl Plascencia, presidente de la CNDH.

El Sol de Tijuana
2 de junio de 2010

Tijuana.- Todo un acontecimiento social y político resulto la celebración del vigésimo aniversario del Sindicato Sintoled que integra en sus filas a más de seis mil trabajadores en todo el país que laboran para las diferentes empresas de Grupo Caliente.

Presentes en el evento el dirigente nacional del sindicato, Mario Madrigal Magaña; Jorge Hank Rhon, presidente de Grupo Caliente; Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; el senador por Baja California, Jaime Rafael Díaz Ochoa; el ex gobernador de Coahuila, Eliseo Mendoza Berruelo; Alberto Murguía, vicepresidente de Grupo Caliente; los diputados federales Humberto Lepe Lepe y Eduardo Ledezma; el diputado por Oaxaca, David Aguilar; el dirigente estatal de la CROC y representante personal del líder nacional de la CROC, diputado Isaías González Cuevas; Renato Sandoval Franco, secretario del Trabajo en el estado; Eduardo Hernández Triana, director general de Grupo Caliente, así como Kim Pasha, director general de Codere, además de los diputados locales Edna Pérez Corona, Roberto Alcide Beltrones, Carlos Barboza Castillo y el presidente de Coparmex en Tijuana, Juan Manuel Hernández.

Al evento asistieron también los delegados estatales del sindicato en todo el país, ex diputados locales, dirigentes obreros,
dos ex rectores de la Universidad Autónoma de Baja California, como son Alfredo Buenrostro Cevallos y Héctor Manuel Gallegos García, directores de instituciones educativas, estudiantes, empresarios y diversos representantes de la sociedad civil.

Al hacer un recuento de los 20 años del sindicato, Mario Madrigal recordó que junto con Jorge Ponce y 15 personas más iniciaron este sindicato que actualmente representa fuentes de trabajo para más de 100 mil familias de todo el país y esto se logró gracias a la confianza que el presidente de las empresas tuvo en este pequeño grupo de jóvenes; manifestó también que en este sindicato se ha privilegiado la participación de los jóvenes y muchos de ellos gracias a este empleo lograron continuar sus estudios terminando la preparatoria y en muchas ocasiones hasta culminar con su título profesional, captando la empresa a casi todos los egresados que actualmente trabajan en mejores niveles profesionales dentro del sindicato y de la misma.

Mencionó el orgullo de los bajacalifornianos porque un egresado de la UABC actualmente es el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como lo es Raúl Plascencia Villanueva, destaconado las grandes reformas que actualmente se encuentran en proceso legislativo para darle más fuerza a esta comisión; hizo un llamado a los diputados federales para que promuevan su pronta aprobación.

También se refirió a la importancia de que una empresa como Grupo Caliente cumpla a cabalidad con todos los requisitos de las leyes mexicanas y mencionó la necesidad de que los legisladores promuevan cuanto antes la legalización de todas las empresas que se dedican a la industria del juego sin cumplir con los requerimientos legales establecidos, ya que éstas no pagan impuestos ni protegen a sus trabajadores.

Por último, Mario Madrigal dijo que una de las prioridades en Sintoled ha sido siempre capacitar a todos los trabajadores para que de esta manera el sindicato se convierta en un brazo más que incida en el crecimiento de la empresa y a su vez generar mayores fuentes de trabajo y mejores niveles de bienestar para los trabajadores.







LA ESTAMpida de los búfalos

Por  Redacción / EL MEXICANO    domingo, 12 de diciembre de 2010

MEXICALI.- Ahora con ustedes, los integrantes de la Junta de Gobierno que apoyan para rector de la UABC a JUAN JOSé SEVILLA y los que apoyan a FELIPE CUAMEA VELÁzQUEZ.
A JUAN JOSé SEVILLA, quien es Hankista a morir, lo respaldan LUIS JAVIER GARAVITO ELIAS, LEONEL SUSANO COTA ARAIZA, MARGARITO QUINTERO NÚÑEZ, LUIS LLORENZ BAEZ y ROSA IMELDA ROJAS CALDELA
A FELIPE CUAMEA VELÁzQUEZ lo apoyan ALEJANDRO MUNGARAY LAGARDA, FERNANDO ABELARDO JIMÉNEZ CODINACH, JOSé ROMáN LIZáRRAGA ARCINIEGA, HéCTOR BARO ANGULO, MARTÍN MONTAÑO y TONATIUH GUILLÉN.
La elección, como se sabe, se atoró porque se requiere de mayoría calificada, y las veces que la Junta de Gobierno sometió a votación a los dos candidatos finalistas, CUAMEA quedó con seis votos y SEVILLA con cinco.
Estos últimos, algunos de ellos simpatizantes de Acción Nacional, aparentemente defienden el crecimiento académico, y los primeros, virtualmente están en pro de los intereses de un sector del Partido Revolucionario Institucional.
Aunque la situación puede permanecer todavía mucho tiempo empantanada, se está viendo la manera de destrabarla lo más pronto posible.
La solución, dicen, es la elección de un nuevo consejero, porque a LEONEL SUSANO COTA, ya se le venció el periodo de diez años.
Este consejero tendría que ser electo por el Consejo Universitario, conformado por alumnos, directores y subdirectores de escuelas y facultades. 




¡FUERA MÁSCARAS!

RELACIONES Y COMPROMISOS
Por Alejandro Arruza.
alejandroarruza@hotmail.com
En 1989, cuando habiendo perdido para el PRI  la elección presidencial en el estado, el gobernador Leyva Mortera supo que Salinas de Gortari le cortaría la cabeza, le  encargó a su amigo personal  y compañero de partido, Héctor “el nene” Gallego –quien durante su mandato había sido rector de la UABC para el periodo de 1983 a 1987- que por ningún motivo permitiera  que el PRI perdiera también  el control de la Universidad.
Hijo de Francisco Gallego Monge, presidente municipal de Mexicali de 1968 a 1970 en los tiempos del PRI aplanadora, Héctor Gallego ingresó joven a las filas del partido. En 1971 fue jefe del departamento jurídico del  VI ayuntamiento de Mexicali y posteriormente fue síndico procurador del VII ayuntamiento, hasta 1974, año en que ingresó a la planta docente de la  UABC para convertirse dos años más tarde en director de la Facultad de Derecho en Mexicali, y después, en 1979, ser nombrado secretario general durante la administración de otro destacado priista: Rubén Castro Bojórquez, de quien Gallego fue nombrado sucesor de 1983 a 1987.
En esos años, nada escapaba al control del PRI; la autonomía universitaria era un mito. El Lic. Gallego García formó su equipo, en donde destacaban su secretario general, Lic. Luis Javier Garavito Elías; el Director General de Extensión Universitaria, Lic. Luis Lloréns Báez, El Director General de Recursos Humanos, Lic. Alfredo Félix Buenrostro Cevallos y el  Director General de Adquisiciones, Bienes y Servicios, C.P. Víctor E. Beltrán Corona.
 Con frecuencia comían juntos en el restaurante El Chalet y allí planeaban  el futuro de su Universidad.  Platicaban de cómo se repartirían el rol de sucesiones de la rectoría. Para ello solo bastaba estar bien con el gobierno en turno, como el mismo Gallego García expresara ante la perspectiva de la elección de su sucesor:
Yo creo que la Junta de Gobierno debe considerar como uno de los requisitos que debe reunir la persona que sea seleccionada como rector, que tenga una buena relación con el gobierno del estado, porque la UABC no es una entidad separada del Estado, sino que cumple con una obligación constitucional inherente a los fines de éste, de ahí la importancia de que el próximo rector tenga cierta afinidad con el gobierno. (ZETA, junio 18 de 1987)
Por supuesto que en esos tiempos Estado, Gobierno y PRI eran sinónimos, una amalgama que no se concebía de otra forma. A lo que el Rector Gallego García se refería, era a tener afinidad con el partido. Es por eso que, por instrucciones del gobernador Leyva Mortera, la Junta de Gobierno designó como sucesor de Gallego al Lic. Alfredo Buenrostro, a quien Gallego le pidió que, como soldado del partido, se la rifara promoviendo y apoyando la candidatura a la gubernatura de su amiga Margarita Ortega Villa, a la postre derrotada por Ernesto Ruffo.
Ni Xicoténcatl; ni el gobernador sustituto Baylón Chacón; ni Gallego; ni Buenrostro, previeron la derrota del PRI en 1989. Fue un verdadero terremoto político que les sacudió el piso.
El “grupo Gallego” cerró filas. No solo había que conservar para el PRI el control de la Universidad, como lo había pedido el gobernador, sino que también había que tapar varios hoyos abiertos.  
Ese trabajo le tocó a Luis Lloréns Báez, quien en 1991 entró a ocupar el cargo de Rector.  Aunque era el turno de Javier Garavito, (quien además de secretario general ya había sido abogado general de la institución y Buenrostro lo había colocado como director de la Facultad de Derecho en Mexicali) éste  tuvo que esperar debido a su parentesco con la perredista Rosa Albina Garavito Elías, quien en ese entonces era coordinadora del grupo parlamentario del PRD en el Congreso de la Unión.  Sin embargo, Gallego negoció para que Garavito no quedara descobijado y repitiera como secretario general (ya había sido  secretario general durante su administración) de manera que esperaría tranquilamente su turno. 
Mientras tanto, durante su periodo, Luis LLoréns realizó algunos movimientos  y nombramientos por los que en un futuro cobraría la factura correspondiente: Incorporó a Daniel Solorio a la “nómina grande”, nombrándolo  Abogado General de la Universidad. A Juan José Sevilla lo puso como director de la Facultad de Ciencias Químicas de Tijuana; a Margarito Quintero Núñez, actual miembro de la Junta de Gobierno, lo colocó como director del Instituto de Ingeniería; a Jesús Francisco Galaz Fontes como director de la Escuela de Ciencias de la Educación en Mexicali y a Eduardo Backhoff Escudero lo nombró director interino del Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo en Ensenada; puesto que Backhoff tardaría más de 10 años en soltar. Luis Lloréns además impuso, en la Junta de Gobierno, a su mentor el Lic. Héctor Gallego García para que de esta forma  se mantuviera vigente la cadena de favores.
A Luis Lloréns en aquel tiempo no le importaba mucho la institucionalidad, ni el servicio a la Universidad;  su compromiso no era con ella. Cuando el presidente Zedillo le ofreció un puesto en la Secretaría de Educación Pública  en su tierra natal, el DF, Luis Lloréns  renunció alegremente a la rectoría, sin el menor empacho, en diciembre de 1994 -a pesar de que aún le faltaban nueve meses para terminar su encargo-. Su renuncia la recibió en Tijuana la Junta de Gobierno un lunes a las 11:00 am y una hora después ya se había designado rector a Garavito, sin convocatoria, ni auscultación, ni consulta.
Finalmente, a cambio de algunas  “concertacesiones” hechas por el presidente Salinas de Gortari, con la senadora Albina Garavito, su hermano el Lic. Javier Garavito era nombrado rector en sustitución de Luis Lloréns. Tal y como estaba planeado, Garavito nombró como vicerrector en la zona costa, a su hombre de mayor confianza, a su incondicional: Juan José Sevilla García, y en una clara muestra de lo que es la continuidad, ratificó a Daniel Solorio como abogado general de la Universidad, y dos años más tarde le otorgó un premio mayor: la dirección de la Facultad de Derecho en Mexicali, lo que eventualmente lo convirtió en uno de sus principales golpeadores. En Ensenada, ratificó también a Eduardo Backhoff al frente del Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo, quien siendo Director le pidió a Garavito le autorizara incorporar a su propia esposa, a la nómina del Instituto como investigadora de tiempo completo;  favor que Backhoff pagaría posteriormente con creces. Otro nombramiento que Garavito hizo, fue el de  la licenciada Luz María Ortega Villa -hermana de la excandidata priísta a la gubernatura de Baja California- como Jefe del Departamento Editorial de la UABC. Luz María ahora escribe para Garavito.
En ese entonces, Garavito expresaría enfáticamente:
Estoy cierto que uno de los valores de esta Universidad es la continuidad en su trabajo institucional, debemos consolidar logros y dar presencia y prestigio a esta labor. La autonomía universitaria es uno de los valores que han alcanzado las instituciones de educación superior y me ocuparé de preservarla en todo tiempo.
 
Sin esforzarse  mucho, así de fácil es encontrar los vínculos que hay entre algunos miembros de la Junta de Gobierno con los resucitados dinosaurios del PRI, a los que sirven con la esperanza de recuperar a cambio, prerrogativas y beneficios perdidos, junto con los creadores del “Observatorio Académico Universitario”. 
Ninguno de ellos  quiere hoy hablar de continuidad. Ahora se autonombran “reformistas”. No son más que un grupúsculo de añorantes, retrógradas que quisieran tener nuevamente a la Universidad bajo su poder y su mando, evidentemente con el único objeto de servirse de ella, como en los viejos tiempos.
Gallego y Buenrostro al servicio del PRI y de Jorge Hank. Lloréns y Garavito al servicio de Gallego. Sevilla y Backhoff, al servicio de Lloréns y Garavito, asociados con un amigo personal y socio de Juan José Sevilla: Jesús Francisco Galaz Fontes quien es coautor de Sevilla en prácticamente todos los trabajos que ha publicado y es subordinado de Benjamín Valdéz en el Instituto de Ingeniería en Mexicali. El puñado de paleros que escriben en el OAU claramente tienen un interés personal  en ello: fueron beneficiados de las administraciones de la mancuerna Lloréns y Garavito, y desean volver a serlo. Además de los ya mencionados:  Roberto Verdugo Díaz, secretario general de Garavito. Daniel Solorio, eterno beneficiario, abogado general, testaferro y golpeador de Garavito. Candelaria Pelayo Torres, hermana de un connotado dinosaurio priísta, actualmente presidente municipal de Ensenada. Aidé Grijalva Larrañaga, cómodamente instalada en el DF por Garavito como "Representante General de la UABC", durante diez años, hasta que fue removida por Mungaray. Luz María Ortega, con deudas por pagar al “grupo Gallegos”. Etc.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

DE LAS RAZONES POR LAS QUE ACEPTÉ SER NOMBRADO VICERRECTOR

Dr. Oscar Roberto López Bonilla
Vicerrector del Campus Ensenada
Universidad Autónoma de Baja California.

En días pasados recibí una llamada del Dr. Felipe Cuamea, después de los saludos formales y las preguntas rutinarias en toda conversación, me propuso apoyarlo haciéndome cargo de la Vicerrectoría en Ensenada. Debo admitir que la propuesta me causó sorpresa pues mi relación con el Dr. Cuamea ha sido de trabajo y nunca solicité ni se me ofreció puesto alguno. Mi sorpresa fue tal que el Dr. Cuamea me preguntó “¿Te agarre en frío verdad?”, la respuesta fue sí, pero después de pensarlo bien y considerando lo que yo creo que puedo aportar en esta responsabilidad decidí aceptar. Estas son las razones que me hicieron aceptar la propuesta. 

Participación de directores en el proceso: El pasado diez de septiembre La Junta de Gobierno invitó a todos los directores de las diferentes Unidades Académicas y a representantes estudiantiles de nuestra Universidad a una reunión en la ciudad de Tecate, para ser más precisos a una comida en el restaurante "El Asao". En el lugar de reunión se encontraban distribuidas varias mesas redondas en donde se tenía reservada una silla en cada mesa para un miembro de la Junta de Gobierno, es decir todos los miembros de la junta se encontraban distribuidos. Al iniciar la sesión el presidente de la junta nos informó del inicio del proceso para designar rector para el periodo 2010-2014. El motivo de la reunión era que la comunidad universitaria se enterara a través de sus líderes académicos del inicio de este proceso. Me pareció una enorme distinción para los directores por parte de la Junta de Gobierno, además de un reconocimiento a nuestra función como directores de todas las unidades académicas. Una vez terminada la lectura de convocatoria, y durante la comida, en cada mesa el miembro de la junta respectivo ahondó en el interés de la junta de gobierno en la participación de toda la comunidad en el proceso. En mi caso particular me tocó compartir la mesa con el Dr. Cota, con varios directores de Ensenada y un director de Tijuana. El Dr. Cota nos invitó a externar nuestra opinión como directores, ya sea de manera individual, por grupos, como Colegio de Directores e incluso como DES, hizo mucho énfasis en que la opinión de los directores era muy importante y nos pidió que además la hiciéramos pública. No debe ser ninguna sorpresa pues, que muchos directores nos organizáramos para aportar esta opinión, solicitada por la propia junta, y que la hiciéramos pública.

Características de los candidatos: Una vez que se dieron a conocer la lista de los candidatos finalistas, me aboqué a leer sus propuestas y a evaluar sus perfiles. Los cuatro me parecen académicos distinguidos con amplia trayectoria y  reconocimiento. Sin embargo mi relación de trabajo los últimos años con el Dr. Cuamea, primero como Coordinación de Formación Básica y después como Secretario General me permitió interactuar con él y conocer su forma de pensar y su estilo de trabajar. Tuve la oportunidad de conocerlo y poder constatar su gran calidad humana, su sentido de justicia y su liderazgo, que a mi juicio son cualidades indispensables para una gestión rectoral exitosa. Durante mi paso por la comisión de legislación y por la comisión de asuntos técnicos, conocí su tolerancia y respeto hacia los demás; su compromiso por nuestra universidad, así como su capacidad de gestión, organización y, muy importante, su capacidad para solucionar problemas. Por todo lo anterior no dudé en firmar la carta de apoyo a la propuesta del Dr. Cuamea para la rectoría de nuestra universidad.

La parte legal: Al igual que muchos universitarios, ante una situación inédita como la que estamos viviendo de tener un Encargado de Despacho, tuve que ponerme a revisar los estatutos con más detenimiento. Aunque no soy abogado, ni pretendo serlo, me pude dar cuenta que un Secretario General puede llegar a encargarse del despacho desde dos situaciones, cuando el rector se ausenta de forma temporal (Artículo 70 del Estatuto General) y cuando el rector se ausenta en forma definitiva (Artículo 35). En caso de que el rector se ausente en forma temporal (que NO es el caso) el encargado de despacho está limitado para actuar por el Artículo 78. Como en nuestra situación actual el rector se ausentó ya de forma definitiva el encargado de despacho cuenta con todas las atribuciones de un rector, incluida la de nombrar vicerrectores, así de simple. No entiendo cómo, a pesar que se ha explicado ampliamente algo tan simple, les cuesta trabajo a algunos entenderlo, o quizá se deba a la teoría que si una mentira se repite muchas veces se puede convertir en verdad (o hacer parecer a la gente que es verdad).

Estoy convencido que el incremento de matrícula en los últimos años ha sido importante y muy benéfico para la comunidad, particularmente para los jóvenes bajacalifornianos. Que en las últimas administraciones la capacidad de gestión ha logrado obtener mayores recursos para atender este crecimiento. Que la visión que ha prevalecido ha permitido diversificar la oferta educativa y crear nuevas unidades. Que la disciplina establecida ha conseguido que tengamos un mayor número de programas de licenciatura reconocidos por su calidad y de programas de posgrado en el padrón de excelencia del CONACyT. Que el espíritu de superación ha permeado entre los académicos lo cual ha logrado que un mayor número de académicos obtengan el reconocimiento PROMEP y un creciente número ingrese al SNI. Que el buen ambiente de trabajo que ha prevalecido en nuestra universidad ha impulsado el trabajo en equipo y propiciado que un mayor número de cuerpos académicos obtengan el nivel de consolidados o en consolidación. En suma que somos una de las diez mejores universidades del país (y vamos por más).

A lo largo de mi vida he tenido oportunidad de conocer la forma de vida de otros países y creo que uno de los problemas que tenemos en nuestro país es la falta de continuidad.  A nivel municipal, estatal o federal es común que un nuevo gobierno desmantele lo que gobiernos pasados iniciaron, propiciando que no se tenga un avance consistente. El caso de nuestra universidad es importante pues ha logrado mantener un rumbo, una visión, una disciplina que le ha permitido todos esos logros. Por supuesto que todos estamos de acuerdo que tenemos muchos retos por afrontar, por supuesto que como una de las mejores universidades del país nos toca desarrollar nuevas formas de trabajar, nuevos paradigmas, pero no debemos perder todo lo que durante más de cincuenta años todos los académicos  y los bajacalifornianos hemos construido.

Como todos los universitarios durante los últimos días he recibido los comentarios de familiares, amigos y conocidos que no entienden que es lo que está pasando en nuestra universidad. Como a pesar de tener el reconocimiento por su capacidad la universidad no ha podido definir un rector. Algo grave es que en nuestra comunidad esto se ve como una crisis. Una crisis que no fue causada por inconformidad de los alumnos, que no tiene raíz en el descontento de los académicos, ni siquiera en algún pliego petitorio de los administrativos, sino que se ocasiona en la incapacidad de ponerse de acuerdo de un órgano colegiado, La Honorable Junta de Gobierno.

Mi intención de participar en la vicerrectoría es aportar mi parte para que nuestra universidad siga trabajando. Que todos sepan que este proceso no detiene las funciones sustantivas de nuestra universidad, y que nuestra universidad continuará trabajando por la realización plena del hombre.

Dr. Oscar Roberto López Bonilla
Vicerrector del Campus Ensenada
Universidad Autónoma de Baja California